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El Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz agradece a los expertos firmantes y académicos que se reunieron en la Academia Pontificia de las Ciencias el 11 a 12 julio para discutir las cuestiones urgentes de una economía más inclusiva y de gobierno para el bien común.
El Papa Pablo VI retó a sus colegas de la Iglesia-líderes para entrar en "el diálogo con otros hermanos cristianos y todos los hombres de buena voluntad, para discernir las opciones y los compromisos que conviene asumir para realizar para lograr los cambios sociales, políticos y económicos se ven en muchos casos que se necesita con urgencia "(Octogesima adveniens § 4). Esto es exactamente lo que nos comprometimos a hacer durante las sesiones del fin de semana.
Más específicamente, de acuerdo con el Papa Francisco, no podemos entender la Buena Nueva de Jesucristo - el Evangelio de la dignidad y de la fraternidad, de la justicia y la paz - sin ser conscientes de la pobreza real, es decir, por dar la espalda sobre el escándalo de la exclusión o ciegas con la esperanza de que va a cuidar de sí mismo (cf. Evangelii Gaudium, § 54). Muy por el contrario, será poniendo al ser humano de nuevo en el corazón de la economía y la política, dando la bienvenida a la participación de los pobres, que la pobreza puede ser superada y el planeta salvaguardada.
Como fruto de las discusiones, los participantes, junto con otros que deseen añadir sus nombres, tienen el placer de presentar la siguiente declaración final de la preocupación y el compromiso:
Más allá de la Globalización de la indiferencia: Hacia una economía más inclusiva
A la vista de los muchos asuntos sin resolver traído a primer plano por la crisis financiera y la incapacidad permanente para poner fin a la pobreza endémica y la exclusión, existe un acuerdo sustancial entre nosotros que, como comunidad humana, debemos recuperar nuestra brújula moral y reexaminar las suposiciones de nuestra teoría económica para ser más realista y basarse en una visión más completa del ser humano y del mundo.
Las personas dan la bienvenida a la creación de empleo, la mejora de la salud y de los muchos otros beneficios que la economía actual ha proporcionado. La globalización en un sentido positivo tiene el potencial de unir a la gente. Sin embargo, muchas personas experimentan una pérdida grave del valor y de la moral en la vida política y económica, y, además, los medios e instrumentos de nuestra economía, como el dinero, se otorgan más importancia que el propio fin o la meta de esa misma economía, es decir, , el mantenimiento de una buena vida para la comunidad humana. Del mismo modo, los seres humanos son tratados con frecuencia como medio para un fin económico, y no como la razón por la cual la actividad económica tiene lugar en absoluto. La experiencia de las empresas sociales demuestra que la gente puede estar activa en la creación de su propio trabajo y de las empresas y así hacer un futuro seguro para ellos. Debemos poner a la gente y su bienestar en el centro de nuestra vida económica y política.
Un sistema económico es como un ambiente natural. Requiere la diversidad para fortalecer su capacidad de recuperación. Por lo tanto, reconocemos la contribución de los diversos actores en la economía, y en particular a las mujeres y los trabajadores rurales, y apoyamos el desarrollo en curso de las diversas formas de organización diferentes (para corporaciones de lucro, cooperativas, no productivo para las entidades con ánimo, bancos éticos o sostenibles y negocios , empresa social, y así sucesivamente). Ellos contribuyen a la producción de capital social, así como el valor económico, como una expresión de la democracia económica y para la realización del ser humano. La inadecuada regulación no debe permitirse hacer daño a la biodiversidad.
Sobre la base de esta visión compartida de la persona humana y los elementos centrales sobre los que ha de fundarse nuestro pensamiento económico, compartimos un consenso que da la bienvenida a las reformas actuales de la economía mundial y el sistema financiero en particular, pero también que esto debe ir mucho más allá. Es igualmente importante destacar que ninguna reforma estructural que conduce a una mayor inclusión puede ser finalmente exitosa a menos que haya una conversión del corazón humano. Sin una recuperación de la virtud de la gratuidad y de la voluntad de hacer juicios morales, de tal manera que nuestras acciones sean guiadas por ellos, ninguna reforma estructural puede estar segura de lograr resultados positivos.
Con estas premisas en la vista, apoyamos fuertemente y nos comprometemos a apoyar las siguientes reformas encaminadas a lograr una economía más inclusiva:
1. La adopción de Objetivos de Desarrollo Sostenible ambiciosos e inclusivas centradas en la dignidad humana y un nuevo acuerdo climático global en 2015 que, además de su importancia en sí mismos, son también oportunidades críticas para hacer un gran avance para las instituciones mundiales más eficaces. De este modo, tenemos la oportunidad de erradicar la pobreza, apoyar la protección de los trabajadores, las normas ambientales, los ingresos fiscales y la regulación financiera, y hacer frente a la desigualdad.
2. El trabajo multilateral liderado por el OECD/G20 en el intercambio automático de información fiscal y erosión de la base y el beneficio Shifting (BEPS), y en la confrontación del "demasiado grande para quebrar" problema en el sistema bancario internacional. Al mismo tiempo, hacemos un llamado al G20 para ser más ambicioso y explícito sobre el marco ético que informa a sus deliberaciones, contribuyendo a mejorar su legitimidad.
3. El fomento de la educación financiera, la inclusión financiera y la protección del consumidor financiero, equipar a los grupos más vulnerables para que puedan acceder a la financiación con más facilidad, utilizar de manera eficiente los servicios financieros, tomar decisiones financieras informadas y estar protegido contra los efectos de las prácticas desleales. Apoyamos la creación de bancos para los pobres.
4. La lucha contra el desempleo estructural persistente, el aumento del desempleo juvenil y la falta de seguridad y protección para los trabajadores informales y rurales son flagelos en todo el mundo. Instamos a los políticos a tomar medidas enérgicas con el fin de promover el acceso a empleos dignos y de calidad a todos los segmentos de las sociedades, para promover el acceso a la educación de habilidades, las cuales son esenciales para la vida y la dignidad humanas.
5. Las diversas iniciativas de la ONU y la sociedad civil para combatir, en particular, el trabajo infantil, la discriminación contra las mujeres, la trata de personas, la delincuencia internacional, la corrupción y el lavado de dinero.
Por último, creemos que, sobre la base de las transformaciones que ya están teniendo lugar ante nuestros propios ojos, que la participación activa de los ciudadanos en sus acciones económicas y de las empresas a lo largo de las líneas de responsabilidad social y ambiental es crucial para inclinar la balanza hacia el bien, y que las normas deben ser creados para estimular el desarrollo de las virtudes cívicas y corporativas.
En conclusión, el Santo Padre nos exhorta a resistir a una cultura del desecho y desperdicio: "Si la persona no está en el centro, entonces algo más se puso en su lugar, lo que pone al centro al ser humano, entonces tiene que servir".
Ciudad del Vaticano, 12 de julio 2014
Tarjeta 1.. Peter K. A. Turkson, Presidente
2. Bp. Mario Toso, Secretario
3. Dr. Flaminia Giovanelli, Subsecretario
4. Rev. Prof. Helen Alford
5. Sr. Bertrand badre
6. Rvdo. Paulo C. GARCIA BARAJAS
7. Prof. Leonardo BECCHETTI
8. Prof. Simona BERETTA
9. Sra. Laura BERRY
10. Sr. Peter Brabeck-Letmathe
11. Prof. Luigino BRUNI
12. Sra. Winnie Byanyima
13. Prof. Michel Camdessus
14. Dr. Mark J. Carney
15. Sra. Gonzalo Fanjul
16. Sr. Paolo Conversi
17. Sr. Renato CURSI
18. Sr. Enzo Cursio
19. Rev. Dr. Michael CZERNY
20. Prof. Partha DASGUPTA SARATHI
21. Sra. Marike DE PEÑA
22. Prof. Séverine Deneulin
23. La Sra. Amira ELMISSIRY
24. Excmo. Amb. Francesco Paolo Fulci
25. D. Juan Grabois
26. Dame Pauline Green
27. Señor Brian GRIFFITHS
28. Sr. José Angel Gurría
29. Prof. André HABISCH
30. Dr. Heinz Hödl
31. Sr. Steve HOWARD
32. Excmo. Amb. Monica JIMENEZ DE LA JARA
33. Dr. Donald Kaberuka
34. Sra. Lamia Kamal-CHAOUI
35. Dr. Steve KAYIZZI-MUGERWA
36. Dr. Mukhisa Kituyi
37. Dr. Kalpana Kochhar
38. Prof. Huguette Labelle
39. Sr. Pascal LAMY
40. D. José Ignacio Mariscal Torroella
41. Rvdo. Pierre MARTINOT-LAGARDE
42. Excmo. Amb. John McCarthy
43. Sr. Curtis McKENZIE
44. Prof. Branko Milanovic
45. Sra. Amina MOHAMMED
46. Sr. Moussa Djibril MOUSSA
47. Rev. Mons.. Bernard Munono
48. Rev. Mons.. Osvaldo NEVES DE ALMEIDA
49. Sra. Chisom Okechukwu
50. Sra. Ngozi Okonjo-Iweala
51. Rev. Mons.. Paul Phan Van HIEN
52. Dr. Philipp ROESLER
53. Sr. Michel ROY
54. Dr. Onno RUDING
55. Prof. Jeffrey Sachs
56. Bp. Marcelo SÁNCHEZ SORONDO
57. Sr. Kartikey SHIVA
58. Dr. Vandana Shiva
59. Sr. José María SIMONE
60. Sra. Livia STOPPA
61. Dr. Jomo SUNDARAM
62. Sr. Raymond TORRES
63. Sr. Tebaldo VINCIGUERRA
64. Sra. Tamara Vrooman
65. Prof. Mohammad YUNUS
66. Prof. Stefano ZAMAGNI
67. Rev. Dr. Augusto ZAMPINI
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