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REFLEXIONES SOBRE EL AYUNO
Les comparto una reflexión sobre el ayuno y la abstinencia hecha por el Padre Edison Sotomayor, párroco de la Primavera.EL AYUNO QUE DIOS QUIERE
Un día de ayuno es como el guardar un minuto de silencio. No tiene un valor práctico, sino simbólico. Un minuto de silencio no arregla problema alguno, pero crea solidaridad. Nos privamos durante un minuto del habla, para manifestar rechazo, dolor, indignación, compasión. Es como un ayuno mental. Que cesen las palabras, pero que hablen los hechos; que calle el entendimiento, pero que grite el corazón. No hay nada más elocuente que un minuto de silencio. Un minuto de silencio puede ser un minuto de escucha, un minuto de reflexión, un minuto de compromiso, un minuto de amor.
AYUNAR ES AMAR
Un día de ayuno debe ser también un día de amor y una semilla de esperanza. Cada día de ayuno debiera traducirse en un paso contra el egoísmo, un esfuerzo de comprensión, un compromiso por la justicia, un trabajo por la paz, una violencia de amor.
AYUNAR ES CONVERTIRSE
Un día de ayuno no nos convierte, pero nos hace consciente de la necesidad de convertirnos; no soluciona el problema del hambre, pero nos solidariza con los hambrientos; no nos libera del consumo, pero nos inicia en el ejercicio de la libertad. Es como una breve y multiplicada huelga de hambre. Es protesta contra la injusticia, es llamada a la conversión, es grito profético. Se castiga uno a sí mismo, para que otros no sean castigados. Se hace parar al estómago, para que trabaje el espíritu. Se priva uno de alimentos, para que nos privemos de los vicios.
AYUNAR ES DEJARSE ARREBATAR POR EL HERMANO
Siguiendo las enseñanzas de Jesús, sus discípulos, nosotros, no tendríamos que ayunar, porque a los amigos del novio no se les ocurre ayunar cuando el novio está con ellos. Se nos permitirían si acaso tres días de ayuno por los tres días que el esposo nos fue arrebatado. Y podemos ayunar cuantas veces nos sea arrebatado el esposo: en cada hermano injustamente condenado o cruelmente asesinado o en cada hermano que dejamos morir o abandonamos en su soledad.
Nuestro ayuno no es una imposición, es una necesidad. ¿Es que no se te han quitado nunca las ganas de comer? Es lo que más admiro del rico Epulón, capaz de comer espléndidamente delante de un hambriento. Normalmente, cuando te conciencias de tanto sufrimiento injusto, se te quitan las ganas de llevarte bocado a la boca.
El ayuno que Dios quiere
. que no hagas gastos superfluos,
. que tus inversiones las pongas en el banco del tercer mundo y en la cuenta corriente de los pobres,
. que prefieras pasar tú necesidad, antes que la pase el hermano,
. que ofrezcas tu tiempo al que te lo pida,
. que prefieras servir a ser servido,
. que tengas hambre y sed de justicia,
. que te comprometas en la lucha contra toda marginación,
. que veas en todo hombre a un hermano,
. que veas en el pobre y todo el que sufre un sacramento de Cristo,
. que esperes cada día una nueva humanidad.
La abstinencia que Dios quiere
. que no seas esclavo del consumo, los juegos, las modas,
. que te abstengas de tanta TV. Las redes sociales y tanto vídeo,
. que frecuentes menos los bares, discotecas y lugares parecidos,
. que no seas esclavo ni del sexo ni de nada,
. que te abstengas de toda violencia,
. que respetes todo ser vivo,
. que te abstengas de palabras ociosas y necias,
. que te alimentes de la palabra de Dios,
. que comas la carne de Dios.
La ceniza que Dios quiere
. que no te consideres dueño de nada, sino humilde administrador,
. que no te gloríes de tus talentos, sino que con ellos edifiques a los demás,
. que no te creas santo o te creas algo, porque santo y grande sólo es Dios,
. que no te deprimas ni te acobardes, porque Dios es tu victoria,
. que aprecies el valor de las cosas sencillas,
. que valores más la calidad que la cantidad,
. que vivas el momento presente, sin tantos miedos y añoranzas,
. que estés abierto siempre a la esperanza,
. que ames la vida y la defiendas,
. que no temas la muerte, porque siempre es Pascua.
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