Intentado contar el testimonio al que hace referencia el título del escrito, me viene a la mente transformar una frase que puede describir lo que fue mi experiencia de vida. La frase es “fui por lana y salí trasquilado”, generalmente la utilizamos cuando nos planeamos un objetivo a cumplir y las cosas no siempre salen como queremos. Por ello la transformo en “fui por perfeccionamiento profesional y salí con un camino de perfeccionamiento personal” sí, así, creo, puedo resumir en una frase lo que me pasó. Lo narro a continuación.

Pues resulta que en todo mi quehacer profesional, específicamente, en la consultoría empresarial ISO 9001, uno de los puntos más delicados y en los que se debe trabajar con mucho cuidado es la “Elaboración de los procedimientos”, pero,  ¿Qué implica ello? Sencillamente aprender a poner en el papel todo lo que está en la mente, o experiencia laboral, pero, ¿Con qué nos encontramos? Nos encontramos con que la gente en una empresa quiere escribir y no sabe cómo hacerlo. Se empiezan a mezclar ideas, a escribir sin una estructura, a repetir expresiones, en fin, todo es un caos al intentar expresarse de forma escrita. Bueno, pues nada, tuve la oportunidad de salir al extranjero, específicamente Italia, para estudiar una de las ciencias que nos enseñan, entre otras cosas, a expresarnos tanto verbal como de forma escrita con claridad y estructura, hablo de las Humanidades Clásicas. Pensaba en mis adentros como consultor empresarial ISO 9001 que todo ello me permitiría perfeccionar la habilidad para hacer procedimientos y enseñar a las personas a hacer procedimientos, es decir, escribir bajo una metodología todo lo que se hace en el trabajo cotidiano. Debo decir que todo ese objetivo lo cumplí, tras casi dos años de estudios, realmente fueron intensos estudios, pero me encontré con una novedad, una gran novedad. ¿Cuál? Pues que dentro de las materias de estudio se incluían materias de filosofía y espiritualidad. Realmente me agradó ver todo ello porque de una u otra forma tenía afición a ese tipo de cosas, es más, en el Ecuador Yo las estudiaba por mi cuenta, pero debo reconocer, sin una guía. Bueno, para no hacer más largo el cuento, empecé a adentrarme en el mundo de la ascética y la espiritualidad cristiana. ¿Qué encontré? Encontré algo que me cambió la vida, mi perspectiva como ser humano; encontré las respuestas a muchas interrogantes que el hombre común se plantea, preguntas como: ¿Para qué estoy en este mundo?; ¿Por qué nací en este siglo?; ¿Qué quiere Dios de mi al haberme creado?; Quién es Jesucristo?; ¿Qué es eso del perdón de los pecados?; ¿Qué significa el amor a Dios y al prójimo?; Dios me quiere,  y entonces, ¿Por qué me envía este castigo?. En fin, tantas preguntas que algún día nos hemos hecho y no hemos tenido  quién nos responda o, simplemente, no hemos tenido el conocimiento necesario para responderlas. Pues en los estudios hechos en Italia obtuve las respuestas, no porque alguien me las fue contestando una por una, obtuve las respuestas a la luz de la oración, sumado todo lo que iba estudiando y reflexionando por cuenta propia y delante de Dios, obtuve la respuesta más grande que un hombre puede encontrar, me refiero al significado del AMOR DE DIOS, Sí, entendí cuál es el significado de lo que todos escuchamos en la iglesia los domingos, el significado exacto – o al menos eso creo en mi corazón- de lo que es contemplar lo que Cristo hizo por la humanidad al entregar su vida por nosotros. Pero no me refiero a un significado piadoso o superficial, ¡no!,  me refiero a un significado profundo, un significado transformador, un significado que te hace comprender todo lo que es el cristianismo, un significado que te hace ver con otros ojos el contenido de la Biblia, un significado que te hace ver el amor de Dios en el Cristo Crucificado, un significado que te llena el alma, un significado que te da paz, un significado que te hace querer responder a Dios con el mismo amor con el que él nos ama, un significado de lo que es el verdadero y eterno AMOR DE DIOS. Por ello decía utilizando la analogía de que “Fui por lana y salí trasquilado” Yo “fui por perfeccionamiento profesional y salí con un camino de perfeccionamiento personal”. Creo, sin dudarlo… ¡ME SAQUÉ LA LOTERIA!!!

Finalmente, invito al lector de este escrito a que se plantee la pregunta: Para mi…,  ¿Qué es el AMOR DE DIOS? También le invito a que con el corazón abierto, sería lo ideal, intente respondérsela. Le aseguro, “saldrá trasquilado”.