YA NADA ES MATRIMONIO

Cuando un nombre (o sustantivo que viene de sustancia) se difumina en la medida en que se reduce la claridad de aquello a quien se aplica, puede llegar al extremo de que simplemente ya se pierde la noción de aquello que inicialmente definía. Por ejemplo, si empezamos a incorporar n "variaciones" al concepto de caballo, llevado a un extremo se podría decir "como ya todo es caballo, entonces ya nada es caballo". Lo mismo se aplica a cualquier cosa: una mesa, una bailarina, un equipo de fútbol. ¡el matrimonio! ¡la familia!. Algo así es lo que está ocurriendo con estos dos últimos conceptos, pues se pretende imponer sinnúmero de variaciones a la definición que hasta hace poco se aplicaba a este sustantivo: "unión legal entre hombre y mujer". Ya aparece en el diccionario una nueva definición: "en ciertos estados, unión legal entre personas del mismo sexo". Si entramos en el terreno de la "ideología de género" las posibilidades pueden llegar a ser infinitas: si fueran cinco géneros, habrían 120 variaciones adicionales, y si fueran 10, serían ¡cuatro millones! Y todas pretenden igualarse con la única en que los contrayentes están en posibilidad de participar en dar continuidad al milagro de la vida. Pero eso no es lo más grave, sino el que la sociedad sea tan indiferente como para permitir que le impongan estas excentricidades, con todo lo que implican, incluidas leyes que gradualmente van reorganizando al cuerpo social en función de estas imposiciones. Veamos en la presentación ( TRADICIONES FAMILIARES, CIMIENTOS DE UNA SOCIEDAD FUERTE ), como lo aquí manifestado está directamente relacionado con la fortaleza del cuerpo social.   ¿Cuál es tu perspectiva en este . cto? ¿Amerita algún tió de acción de tu parte?